sábado, 22 de mayo de 2010

Casi Inevitable Ruina de todo Ministro


 
Por Donald Whitney – Traducido por C. Alexander León J. Peniel12@msn.com (http://elcaminoangosto.org)


I Timoteo 4:15-16
Casi todo el mundo conoce a alguien que antes estuvo en el ministerio. Casi todos conocen a alguien que no debería estar en el ministerio. Y todo ministro conoce otro ministro - o varios - a los cuales no desearía parecerse.
Pero la triste noticia para los ministros es que, sea cual sea su edad o su educación o experiencia, es casi inevitable que usted se convierta en la clase de ministro que no quiere ser. Así que pienso que es importante tratar el tema sobre la casi inevitable ruina del ministro... y cómo evitarla.
Cierta vez, cuando un ejecutivo de la Convención Bautista del Sur estuvo en el Seminario Midwestern a fines de los años 1990, dijo que las estadísticas muestran que de cada veinte hombres que entran al ministerio, solo uno de ellos continúa en el ministerio al llegar a la edad de 65 años.

viernes, 21 de mayo de 2010

Acerca de la propuesta de la Ley de Equidad de Género, a discutirse en la Asamblea Nacional en Venezuela.



Una de las cosas que me desagrada de quienes hacen un alboroto por discutir temas de interés social, religioso o cualquier otro índole, es dejar por un lado las normas y principios básicos de la apologética. Por ejemplo aceptar (A) es consecuentemente negar (-A), por ser su opuesto. Un ejemplo práctico de esto es; si yo amo a los niños, debo odiar a los pedófilos. Con esto en mente solo tocaré algunos aspectos de esta reforma a la Ley que desean hacer en Venezuela a propósito de darle carácter legal a las uniones homosexuales en el país.

¿Predicas un evangelio diferente?

La respuesta a este pregunta nos lleva a necesariamente a responder, ¿Qué es el evangelio?, pero antes debemos decir que no lo es. 
Para esto deseo compartirles un material del Pastor Sugel, tomado del libro de Mark Dever: The Gospel & Personal Evangelism
Evangelizar no consiste en imponer nuestras opiniones religiosas sobre otros:

En una época tan pluralista como la que nos ha tocado ministrar, una de las objeciones más comunes en contra del evangelismo es que nadie tiene derecho a imponer sus opiniones sobre los demás, y mucho menos en algo tan personal como la religión.

Pero lo cierto es que cuando predicamos el evangelio no nos estamos imponiendo sobre los demás, porque el mensaje que debemos proclamar no es una opinión personal, sino un hecho revelado por Dios en Su Palabra.

Cuando un piloto anuncia a los pasajeros que se amarren el cinturón de seguridad porque están a punto de aterrizar, él no está “imponiendo” sobre ellos su opinión o preferencia personal, sino compartiendo un anuncio que puede evitarles un daño o incluso salvarles la vida.

Pues lo mismo ocurre cuando evangelizamos. Nosotros no inventamos el evangelio. Ni estamos tratando de imponer sobre las personas nuestras perspectivas de Dios o de la salvación.

Para venir a Cristo hay que conocerle como un Salvador suficiente

Por Sugel Michelén

No sólo debemos estar conscientes de nuestra necesidad espiritual, como vimos en la entrada anterior, sino que también debemos ver a Cristo como el único que posee todo aquello que necesitamos para suplir plena y exclusivamente todas nuestras necesidades espirituales.

Y lo que voy a hacer ahora es explicar algunos elementos vitales de ese conocimiento de Cristo que es necesario para ser salvos.

jueves, 20 de mayo de 2010

¿Qué significa venir a Cristo? El cansancio espiritual



En la entrada anterior ("El sistema evangelístico de invitación: Una práctica peligrosa y anti bíblica”) vimos que venir a Cristo no puede equipararse a ninguna acción física. ¿Qué significa, entonces, venir a Cristo? Lo mismo que creer en Él (comp. Jn. 6:35, 37-40).

Ambas expresiones se intercambian en las Escrituras porque ambas significan la misma cosa. Aunque podríamos decir que la expresión “venir a Cristo” es más descriptiva y específica. Creer en Cristo es un término más general, venir a Cristo es un término más específico.

El sistema evangelístico de invitación: una práctica anti bíblica y peligrosa

Por Sugel Michelén

A veces escuchamos en ciertos círculos evangélicos comentarios similares a este: “En tal o cual campaña evangelística se convirtieron ‘equis número’ de personas (5 ó 10 ó 20, y así por el estilo)”. Y ¿cómo pueden saberlo con tanta precisión? Porque lo que tales personas quieren decir realmente es que al final de la predicación, el predicador hizo un llamado a que levantaran su mano o vinieran al frente del auditorio todos cuanto quisieran aceptar a Cristo, y ese número de personas aceptó el llamado.

Esta práctica es tan común hoy día que muchas personas se asombrarían al descubrir que no sólo no encuentra apoyo en las Escrituras, sino que nunca fue practicado por la Iglesia, por ninguna iglesia, en los primeros 1800 años del cristianismo.

lunes, 17 de mayo de 2010

Algunas reflexiones en medio del asunto de la escogencia de un pastor para el ministerio.



Revisando un material por internet, me encontré con una fotografía de una iglesia que tenía un anuncio o publicidad que decía: “2000 iglesias para el 2025”. Me llamo mucho la atención porque yo sacando la cuenta le quedan solo 15 años. Sé que al menos llevan unos 10 años en eso, realmente no conozco ninguna iglesia en el mundo que haya enviado tantos misioneros y pastores como para completar 2000 iglesias en 25 años. Eso daría una fantástica cifra de 80 iglesias por año.  Mi curiosidad no se aguanto y visite su web sitie para ver cuántas iglesias llevaban… mi sorpresa fue que no llevan más de 10 obras.

El Matrimonio, tu Ministerio Principal.

Paul Washer - El Matrimonio - El Ministerio Principal from HeartCry Missionary Society on Vimeo.

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