No creo exagerar al afirmar que en los actuales momentos vivimos tiempos críticos para el desarrollo de nuestra vida cotidiana en Venezuela. De alguna manera los problemas sociales y económicos penetran las distintas esferas de la sociedad. Y los cristianos no somos la excepción.
Muchos venezolanos dan la sensación que estos tiempos son tan insoportables que no hay espacio para estar contentos y satisfechos, y la verdad es que en ocasiones pareciera que fuese así, un simple vistazo basta para imaginarse tal escenario; largas colas para conseguir alimentos, escases de medicinas, recortes del suministro eléctrico, economía inestable, y la inseguridad, son algunos elementos que agudizan el cuadro. Es un panorama que nos insta a salir corriendo…