Por Sugel Michelén
Por encima de lo que muchos piensan hoy día, Dios nunca intentó que todos los hombres, sin importar su rango, edad o posición, se encuentren en el mismo nivel de autoridad, de honra y de respeto. Todo ser humano debe ser respetado por el hecho de que fuimos creados a la imagen de Dios.
Pero lo que estamos diciendo es que no fue la intención original de Dios que todos los hombres estuviesen al mismo nivel de autoridad, honra y respeto, sin importar su edad, su rango y su posición.
En este mundo hay personas jóvenes y hay personas mayores; algunos están en autoridad, otros están bajo autoridad; algunos ocupan posiciones de liderazgo, otros ocupan la posición de seguidores. Y la Palabra de Dios nos enseña claramente que al desenvolvernos en ese esquema debemos tomar en cuenta, tanto en nuestras palabras como en nuestro comportamiento, tales diferencias.