Por Sugel MIchelén
Yo se que esta declaración puede resultar chocante para algunos, pero lo cierto es que en ningún lugar del NT se presenta el canto congregacional primariamente como un medio para salvar a los perdidos.
Con esto no estamos negando el hecho de que Dios puede usar las verdades de Su Palabra expresadas a través de un himno para salvar a un pecador. Hay personas que dan testimonio de que fueron alcanzadas, o al menos, inicialmente despertadas a su condición espiritual y su necesidad de un Salvador, escuchando la letra de un himno.
Pero eso no elimina la realidad de que el canto congregacional no tiene como propósito especifico venir a ser un vehículo evangelístico. Tanto en Ef. 5:19 como en Col. 3:16, Pablo dice que los creyentes se enseñan y exhortan unos a otros mientras dirigen su canto al Señor. ¿A quiénes dirigimos nuestros himnos, primariamente? Al Señor y a los hermanos.