A medida que avanza nuestra nación en los temas que nos conciernen como ciudadanos, los vemos cada vez más críticos y complejos. Escuchaba a un analista económico muy reconocido decir: “que no hemos llegado a un estado crítico aún, esto se puede poner peor”. Claro, para un economista el escenario donde nuestro país caiga en un “default” sería un estado bien crítico, peor del que tenemos.
Ante todo este contexto, debo confesar que me preocupa sobremanera la reacción que muestran algunos creyentes. Ahora bien, me pregunto: ¿Estamos haciendo lo que la escritura nos manda expresamente hacer ante situaciones como estas? ¿Por qué tan rápida y fácilmente se llena el corazón de queja, ansiedad, desesperación y lo decimos a viva voz? ¿Qué está ocurriendo en el proceso de nuestros pensamientos?
Ante todo este contexto, debo confesar que me preocupa sobremanera la reacción que muestran algunos creyentes. Ahora bien, me pregunto: ¿Estamos haciendo lo que la escritura nos manda expresamente hacer ante situaciones como estas? ¿Por qué tan rápida y fácilmente se llena el corazón de queja, ansiedad, desesperación y lo decimos a viva voz? ¿Qué está ocurriendo en el proceso de nuestros pensamientos?
Bueno, para responder estas preguntas, debemos retomar el tema del post anterior. Pablo nos dice que: No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. 4:12 Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.
La semana pasada vimos como todo descansa y se mueve según Dios, empero para poder ver lo que hizo Pablo y aprender lo que describe en los versos 11-12 debemos saber lo que él hacía, vers 6: “Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios”.
Pablo dice claramente; “no se afanen por NADA”. Si dejáramos esto hasta aquí, nos veríamos tentados a decir que Pablo no pensó en nuestra nación con los problemas que nos aquejan cuando escribió este texto. Y aunque esa sola frase sería suficiente para no afanarnos, nuestro Dios es un Dios lógico, coherente, razonable, y siempre nos ha dado evidencias para creer por fe. Por eso alguien decía que en la práctica, ejercer la fe es pensar correctamente. Pero Pablo no deja el asunto allí, sino que nos da instrucciones para lograr no afanarnos. Lo que nos dice en primer lugar, es que dejemos de preocuparnos o estar ansiosos y así usar nuestra mente en orar y pedir concretamente aquello que necesitamos. Nuestra parte es cambiar una cosa por la otra, invertir el tiempo y nuestra mente en orar.
No solamente es orar específicamente en sustitución de la ansiedad y la preocupación, sino que debemos hacerlo con acción de gracias. ¿Cómo hago eso en medio de la crisis? Para responder esta pregunta debemos establecer una presuposición fundamental y es que todo comienza por un asunto de perspectiva o de cosmovisión bíblica. Como cristianos estamos llamados constantemente hacer lo que hizo José con sus hermanos en Egipto: “ustedes hicieron mal contra mí, pero Dios lo encamino a bien”. Y es que en toda situación podemos extraer lecciones, aprendizaje, y acciones positivas. ¿Es difícil?, Si, en ocasiones lo es, pero se puede. Recuerdo que alguien decía que hasta del diablo se puede decir algo bueno; es perseverante en lo que hace. Pensándolo en frío, es verdad, el enemigo de nuestras almas no es flojo, es perseverante en hacernos daño. Así que para orar constantemente con acciones de gracia, debemos buscar las cosas buenas que podemos extraer de las situaciones críticas que nos acontecen. En resumen, cuando estemos frente a una situación desagradable tenemos dos opciones; Orar sobre el problema con acción de gracias o preocuparnos por él. La reacción esta es sus manos.
Por otro lado, consideremos la parte de Dios, generalmente pensamos en nuestra responsabilidad y olvidamos la obra del Soberano. Dice Pablo: Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
La conexión con el texto anterior es clara por el uso del conector “y”. Pablo dice; “Si ustedes hacen esto –No afanarse, sino orar con acción de gracias- les aseguro que la paz de Dios que sobre pasa tu entendimiento, guardará tu corazón y tu mente en Cristo Jesús” En pocas palabras, si hacemos lo que Pablo dice, vamos a experimentar una paz que no sabremos explicar. Definitivamente, que maravillosa promesa.
¿Sabes por qué no experimentas la paz de Dios y lo que haces es solo quejarte, angustiarte, y amargarte? porque dejas que tu corazón se llene de afán y ansiedad, no oras con acción de gracias y por lo tanto, no experimentas la paz de Dios. En un mundo tan perverso, fuera de control, donde para muchos la vida de un gorila vale más que la de un niño, en un país como el nuestro, donde se pueden pasar 6 o más horas en una fila para obtener alimentos, donde no encontramos las medicinas que necesitamos, Dios nos dice que si dejamos de afanarnos, y oramos con acción de gracias, vamos a experimentar una paz inexplicable.
Los dejo con este himno que recientemente tradujo mi esposa, que nos anima a examinar nuestras vidas a la luz de lo aprendido a fin de entonar el mismo con una limpia conciencia un domingo en la mañana y todos los días de nuestras vidas, lo comparto para la edificación mutua.
Whate’er my God Ordains is Right
By Samuel Rodigast, 1676.
Translated from German to English by Catherine
Winkworth, 1863.
Traducido y adaptado al español por
Sophonie Raphael, 2016.
Mi Dios decreta todo bien
Verso
1:
Mi
Dios decreta todo bien
Su santo lo acepta
Y lo que quiera he de hacer
Iré doquier me guie
Él es mi Dios: en tempestad
Si he de caer, me sostendrá
Por eso entrego todo a El
Si he de caer, me sostendrá
Verso
2:
Mi
Dios decreta todo bien
En Él no habrá engaño
Me llevará por sendas fiel;
Conmigo irá por siempre
Con gozo aceptaré su plan.
Su mano me consolará,
Y con paciencia he de esperar,
Su mano me consolará
Verso
3:
Mi
Dios decreta todo bien
Aunque mi copa es agria
La he de beber hasta el final
Por más que duela el alma
Mi Dios es real; cual alba es El
Dulce confort El me dará
Y mi
dolor El quitará
Dulce confort El me dará
Verso
4:
Mi
Dios decreta todo bien
En Él está mi fuerza
En la tristeza y mortandad
El nunca me abandona
Mi Padre fiel, me ha de cuidar
Si he de caer, me sostendrá
Por eso entrego todo a El
Si he de caer, me sostendrá
Él es mi Dios: en tempestad
Si he de caer, me sostendrá
Por eso entrego todo a El
Si he de caer, me sostendrá
Para
escucharlo en inglés haga click aquí.
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