viernes, 4 de junio de 2010

¿QUE ES LO QUE ESTA FALLANDO CON LA PREDICACION HOY EN DIA?

Un análisis crítico de la predicación contemporánea
Albert N. Martin



Pastor de la Iglesia Bautista Trinitaria, Essex Falls, New Jersey, U.S.A. (Este discurso fue dado originalmente en la conferencia para ministros de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa, en el Seminario Teológico de Westminster, USA, en Septiembre de 1967.)
Lamento la manera negativa en que este tema ha sido tratado. Pienso que la mayoría de nosotros tiene suficiente sentido común para razonar acerca del tema por sí mismo, y por lo tanto, concluir que este será un intento de exponer las debilidades en nuestro propio ministerio. Yo hubiera deseado que el título fuera un poco más positivo. Quizás hubiera sido más adecuado ‘Consejos para mejorar la predicación contemporánea’. Sin embargo, este es el tema que me ha sido asignado, así que, procederé a investigarlo dentro de su propio marco. 
A manera de introducción, déjeme decir algo acerca de Las fuentes de mi observación. Uno tendría que ser omnisciente para ser capaz de hacer pronunciamientos finales y absolutamente precisos, acerca de lo que está fallando con la predicación de hoy en día. Esto también demandaría que uno hubiera estado expuesto a toda predicación, que hubiera sido investido con dones infalibles de análisis, y que con base en ello, hiciera pomposos y oficiales pronunciamientos. Obviamente, no estoy reclamando ninguna de estas cosas. Por lo tanto, aunque las fuentes de mi información pueden ser más que limitadas, confío en que las observaciones hechas serán, no obstante, válidas. Ha sido un privilegio para mí ocupar cinco años de mi llamamiento en un ministerio itinerante de tiempo completo, tiempo durante el cual
expuse a grandes secciones del espectro de vida evangélica en los Estados Unidos y Canadá. Durante los siguientes seis años como pastor, he ministrado en un gran número de iglesias y conferencias de varias denominaciones. La base para mis comentarios son las cosas que he visto y oído en estos respectivos ministerios. Debo también decir algo acerca del estándar de comparación. Una cosa es juzgada como buena o mala, en los términos de su aproximación a un estándar absoluto. Por supuesto, en la esfera de lo que es bueno o eficaz en la predicación, no hay un estándar comprensivo y único. No obstante, creo que podemos tomar de las Escrituras un estándar preciso de lo que es una buena predicación, a través de examinarla predicación de los profetas, de los apóstoles y de nuestro Señor Jesucristo. Otra base de comparación puede ser encontrada en la vida, ministerio y sermones de los grandes predicadores de las épocas pasadas. Cuando uso el término ‘grandes predicadores’, no estoy hablando de los hombres que son reconocidos principalmente por su habilidad para embellecer la verdad de Dios con grandes efectos retóricos; o de hombres que son reconocidos por su habilidad en el arte de la elocuencia. Más que eso, estoy pensando en hombres que fueron instrumentos de Dios para conmover a otros en discipulado a Dios. En esta categoría yo pondría a hombres tales como Whitefield, McCheyne, Spurgeon, Edwards, Baxter y Bunyan. A través de usar sus sermones y el efecto de sus ministerios como un estándar básico, espero que seremos capaces de hacer algunas comparaciones válidas entre sus ministerios y los ministerios de hoy en día; y de éste modo, podamos ver la gran escasez de buena predicación en nuestros días, así como descubrir algunas de las causas de esta deplorable situación.

Entonces ¿Cómo abordaremos este enorme propósito? Yo sugiero que todas las fallas en la predicación de hoy en día son básicamente una de las dos siguientes: El hombre que predica o el mensaje que él
entrega. No podemos atrevernos a separar estas dos cosas; el hombre y el mensaje, porque hay una unidad profunda en la obra de la predicación entre el hombre y el mensaje. Consideraremos lo que está fallando con la predicación hoy en día primeramente, en los términos del hombre que predica, y luego, en los términos del mensaje que se comunica.



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IMPRESO EN MEXICO 2000.

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