lunes, 17 de mayo de 2010

Algunas reflexiones en medio del asunto de la escogencia de un pastor para el ministerio.



Revisando un material por internet, me encontré con una fotografía de una iglesia que tenía un anuncio o publicidad que decía: “2000 iglesias para el 2025”. Me llamo mucho la atención porque yo sacando la cuenta le quedan solo 15 años. Sé que al menos llevan unos 10 años en eso, realmente no conozco ninguna iglesia en el mundo que haya enviado tantos misioneros y pastores como para completar 2000 iglesias en 25 años. Eso daría una fantástica cifra de 80 iglesias por año.  Mi curiosidad no se aguanto y visite su web sitie para ver cuántas iglesias llevaban… mi sorpresa fue que no llevan más de 10 obras.
Pero esto no es solo un ejemplo de la ignorancia bíblica con respecto a fundación de iglesias, sino un descuido que le costará muy caro al pueblo de Dios en general.
Durante esta época que Dios me ha permitido vivir, puedo recordar con facilidad, como creyentes se preguntaban (y se preguntan!): ¿Por qué ese pastor engaño a la iglesia robando dinero? ¿Por qué aquel otro pastor vive una vida desordenada? ¿Por qué  después de dos o tres años de servicio abandona el ministerio? ¿Por qué los pastores maltratan verbalmente a la congregación? ¿Por qué ese pastor es autoritario?  
En otro orden de idea, pero en la misma tónica, esta semana una joven que nos frecuentaba en la IBRC nos contó que en su búsqueda de una iglesia con sana doctrina, llego a una congregación donde visito al menos unas dos veces. Ella en su deseo de llevar inconversos a la iglesia, pasaron un día entre semana a la iglesia para el culto de oración. Para sorpresa de ella, el pastor de esa congregación la regaño (delante de su amiga) diciéndole: “porque trajiste un invitado, debiste notificar antes, solo los días domingos se aceptan visitas”…  Ella finalmente se dio cuenta que lo mejor es que nos siga frecuentando…
¿Por qué ocurren estas cosas? ¿Por qué jóvenes fracasan en su intento de ser pastores o misioneros?
En nuestro país existen algunas iglesias que se desesperan en enviar a cualquiera al ministerio -como el ejemplo que menciono arriba- con tal de llenarse la boca en decir que están evangelizando a Venezuela para Cristo.
¿Qué dice la biblia a todo esto?
Creo que examinando bien las causas de estas situaciones, daremos con la solución.  Sin embargo, comparto mucho la opinión de John Armstrong. Porque el problema es que están enviando jóvenes y hombres maduros que no han sido llamados por Dios para tal propósito. Piensan que por darle una preparación académica religiosa, obteniendo un titulo de Lic. En Teología, ya están capacitados para ser pastores.  Los pastores que envían a sus “hombres de ministerio” ignoran casi absolutamente algunas áreas cruciales como el aspecto sexual, el dinero, y el poder. ¿Acaso no son estás áreas donde afloran la mayoría de los fracasos éticos y molares?
Decía John Armstrong:
“Hace algunos años se me pidió que presidiera una comisión en mi denominación evangélica donde las tareas incluían las entrevistas a los hombres que serían ordenados, antes de que se reuniera el consejo… nuestra tarea era examinar, preguntar y luego recomendar. Cada año examinábamos un buen número de hombres. Más de la mitad de ellos no estaban preparados-doctrinal y /o personalmente-según mi punto de vista. Varias veces recomendamos a la iglesia que no ordenara a un hombre.
Con frecuencia la iglesia local ignoraba nuestro consejo y procedía son nuestra aprobación, ordenando finalmente al hombre en alguna otra oportunidad. Lo que era particularmente preocupante era lo poco frecuente que el candidato o su congregación local se molestaban en averiguar nuestras razones para no recomendar a ese hombre al ministerio”1
Si las iglesias y los pastores se dedicaran a enviar hombres aprobados por Dios, esas cosas no sucederían. Las escrituras detallan muy bien quienes son aptos para el ministerio, porque seguramente habrá muchos que desearan ir a ministrar, pero no estarán calificados ni cualificados, y si lo envían, obtendremos los problemas que Ud. y yo solemos escuchar a nuestro alrededor.
Aunque reconozco que parte de problema es la desviada teología que tienen muchos pastores que los induce a tener iglesias con muchos problemas y por ende cuando se habla de enviar a hombres al ministerio, comenten los mismos errores. Enviado hombres descalificados que nunca han sido ni serán llamados por Dios para sagrada labor.
En la próxima entrada veremos algunos aspectos de los requisitos.

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