martes, 23 de febrero de 2010

II Parte: Cristo nuestro máximo ejemplo en evangelismo


Marcos 10:19  Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
Siguiendo con nuestra entrada: Cristo nuestro máximo ejemplo en el evangelismo, decíamos que la ley es necesaria para que el pecador pueda ver su condición y acudir a Cristo clamando misericordia. (Rom 7:7)
Muchos púlpitos olvidan Éxodo 20. Incluso el cuarto mandamiento, de guardar uno de cada siete días para Dios. La teología barata que se estudia en las iglesias, realmente ofende a Dios.
Una de las mentiras que Satanás ha vendido a muchos cristianos es que la ley y el amor son irreconciliables. Las escrituras registran todo lo contrario; Mat 22:37  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. (La ley es una exposición de las exigencias del amor. Jesús mismo definió el amor, refiriéndose a la ley. Juan 14:15 “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama” Y es que no se puede expresar amor sin el patrón de la ley. El apóstol Juan tendría este concepto bíblico de amor bien claro en su mente, en su carta él escribe: 1Jn 5:3  Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.   El amor hace que la ley sea deleitable. De hecho, David en el Salmo 119:35 nos recuerda esto: “Guíame por las sendas de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.” La ley es una ayuda para amar. Dice Rom. 13:8-10 Rom 13:8  No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Rom 13:9  Porque: No adulterarás,(B) no matarás,(C) no hurtarás,(D) no dirás falso testimonio,(E) no codiciarás,(F) y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Rom 13:10  El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.
Como hemos demostrado que el amor no está en conflicto con la ley, tampoco lo está con la gracia. La ley o su cumplimiento no le dan al pecador la capacidad para obtener la salvación. Lo que hace la ley es matar, humillar al pecador a tal  punto que no tenga otra opción, sino de recurrir a Cristo y suplicar por la  gracia redentora. Es por eso que entendemos que la salvación no es por obra, por algo que el hombre pueda hacer. Ef. 2:8 declara que la salvación es por gracia mediante la fe que es dada por Dios.  En este punto debemos recordar que la ley es necesaria para que el pecador vea su condición.
Es esencial una declaración del decálogo para que el impío vea cual alejado está de cumplir las exigencias de Dios. Cuando el hombre se dé cuenta de quién es en realidad y cual es condición (Rom 3:19-20) entonces podrá clamar misericordia.
Apreciado lector, ¿Sabe por qué la gente no tiene conciencia de que ha pecado? Porque nosotros no les hemos hablado del pecado como la biblia lo dice. Tienen un concepto equivocado del pecado, pero es porque Ud. Y yo no hemos aprendido exactamente lo que la escritura declara acerca del pecado. No es un simple decir: “si he pecado” se debe explicar detalladamente el decálogo, la ley moral de Dios. Cuando las almas allá afuera se sientan heridas por el decálogo, entonces y solo entonces será el tiempo para derramar el evangelio.
Recordemos que estamos en el punto donde el Joven Rico le hace la pregunta a Jesús: ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
 Cristo mostrando compasión (Mr. 10:21) por este hombre, no solamente trato de mostrarle que él no es bueno, como suponía, sino que le mostró el decálogo, por eso le muestra los mandamiento. Notemos algo, Cristo solo le nombro la segunda parte de los mandamientos, los que tienen que ver con las relacione humanas. Pero aquí en Marcos observamos que Cristo se salto un mandamiento, ¿Cuál fue? El decimo mandamiento. Ahora, porque Cristo se saltaría este mandamiento hasta este punto del relato? Una de las razones es que deseaba mostrarle que él se diera cuenta de su terrible condición. Cristo al ver este joven no le hizo falta mencionar los primeros 4 mandamientos (que los estaba violando), y es que el dios de este joven rico eran sus riquezas (vv. 22) Jesús espero para poner el dedo en la llaga de este joven. Cuando le dijo: “Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres” le estaba predicando el décimo mandamiento de una manera práctica. Cristo estaba usando “No codiciarás” como un cuchillo para abrir el podrido corazón de este hombre y demostrar que aun esos pecados que no se ven a la vista humana también están ahí carcomiendo el alma.
¿Qué hubiese ocurrido si Jesús le dice directamente; “No codiciaras”? Este joven hubiese contestado; “Señor yo no he deseado la propiedad ni las riquezas de nadie” Aquel joven amaba  mas sus riquezas que a Dios.  
Querido lector, te percatas un poco de cómo evangelizaba Jesús, recordemos que hasta ahora no ha respondido la pregunta; ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El simplemente se ha dedicado a exponer la ley para que este pecador acuda a buscar misericordia. Notas como Jesús tampoco buscaba un mero asentimiento intelectual que el joven era menso santo que Dios?
Para la próxima entrada nos quedará pendiente los texto del 21 al 23. Porque veremos cual fue la reacción de Jesús ante la respuesta de este joven que pregunto: ¿qué bien haré para tener la vida eterna?

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