viernes, 19 de febrero de 2010

Cristo nuestro Máximo ejemplo en el Evangelismo


Nuestro máximo ejemplo en evangelismo es nuestro Señor Jesucristo, veremos como  Él trató con personas y su condición espiritual.
Marcos 10: 17-22
Dice el verso 17: Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Este hombre que vino a Jesús según los otros relatos de los evangelista revelan que era un líder en la sinagogas (Lc.18:18), era Joven (Mt.19:20) y rico (vv.22)
Este hombre se dirige a Jesús de la siguiente forma: Maestro bueno. Cuando el joven usa la palabra bueno no está reconociendo a Cristo como deidad, el joven simplemente quiso decir que Jesús era un buen maestro y seguramente tenía la vida eterna y él quería saber cómo obtenerla.
Ahora, ¿Cómo sabemos que esto es cierto?. Por la pregunta de Jesús. Pero lo trataremos en un momento.
Observemos lo que le pregunto el joven: ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Este joven pensaba como muchos en la actualidad, que pueden hacer algo por obtener la vida eterna. Ciertamente la  pregunta que  hace es muy buena; ¿qué haré para heredar la vida eterna? Incluso  pudiéramos  aseverar  que su pregunta fue sincera (vv.17)
Querido lector, si alguien te preguntara:  ¿Que haré para obtener la vida eterna?,  ¿Qué le dirías? Inclina tu cabeza y cierras los ojos y repite esta oración…   O ¿le enseñarías las cuatro leyes espirituales para obtener la vida eterna?
Veamos que hizo Jesús ante esta pregunta:  ¿qué haré para heredar la vida eterna? Lo que hizo Jesús aquí, no fue contestar esta pregunta, Jesús ve una deformidad conceptual de lo que es “bueno”, y de quien es intrínsecamente bueno. Por eso Jesús le pregunta: ¿Por qué me llamas bueno?    Lo que está haciendo Jesús es que el joven reflexione acerca de lo que realmente es bueno. Sigue diciendo Jesús: Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Con esta declaración no está negando que el mismo es Dios, como  dicen algunas sectas, por el contrario lo estaba afirmando.
Volviendo a la pregunta, también Mateo registra este evento  y la pregunta que hace el joven es la siguiente: ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El escritor Mateo registra la palabra “bien” dentro de la pregunta.  Marcos no lo hace, y no es mi propósito explicar estas aparentes diferencias, al final la respuesta de Jesús afirma la interpretación del texto. Este joven tenía un concepto de sí mismo y se consideraba una persona buena, y así veía a Jesús. El pensaba que debía hacer algo bueno, para obtener la vida eterna, aunque ya había hecho muchas cosas buenas. Esto lo comprobamos por los siguientes versículos, porque la compasión de Jesús sobre este hombre era tal, que insistía en hacerle ver su condición pecadora.
Noten,  hasta aquí aún está sin responder la pregunta: ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Siguiendo con el pasaje en el relato de Marcos...
Jesús continúa insistiendo y dice vv. 19: Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
Note que aquí Jesús cita la segunda parte del decálogo (vigente en la actualidad), todos los mandamientos que tienen que ver con las relaciones humanas, y omite los 4 primeros mandamientos referentes a la relación con Dios.
Ahora,  podría preguntar: ¿Por qué Jesús ante la pregunta: ¿qué haré para heredar la vida eterna? El responde con el decálogo? ¿Con la ley moral de Dios? La escritura enseña que no es por las obras  de la ley que nos salvamos,  Gal. 2:16  sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. , Entonces, ¿por qué le muestra al joven rico si ha guardado los mandamientos? Mateo lo registra de la siguiente forma: “…Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.” Mt.19:17

El Señor Jesús aquí hizo una cita textual de los mandamientos, ¿por qué Jesús no se presento como el Salvador personal? ¿Por qué tanta atención a la ley? La razón es que Jesús entendía la importancia de la ley en el evangelismo. Pablo mismo lo reconoce en sus cartas: Rom 3:20:  ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
 Este joven se consideraba bueno, el no creía que era malo, que estaba depravado, el refutando  pensaba de sí mismo que era muy bueno. Por eso Jesús inicialmente le dice que Solo bueno hay uno, por eso le presenta la ley.
Nosotros debemos mirar a Jesús como nuestro máximo ejemplo en la evangelización, debemos juzgar lo que estamos predicando de acuerdo a lo que hizo Cristo, no al revés.
La ausencia de la ley de Dios en la evangelización es la causa de muchas desviaciones en la iglesia moderna. Después de todo, ¿Qué es pecado? I Juan 3:4 nos da la respuesta: Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
Este versículo no se encuentra en el A.T., lo encontramos en el N.T., y es que solamente con la ley se puede traer al descubierto la alimaña del pecado.
Cuando Jesús le dijo los mandamientos a este Joven (vv 19), el respondería: No he cometido adulterio, no he matado a nadie, no he robado, no he hablado mal del prójimo, y he honrado a mis padres.  Por eso entendemos su pregunta, todas estas cosas aparentemente buenas, él las había cumplido según su criterio.
Como este joven no podía entender su pecado, sino entendía  la ley de Dios. Rom 7:7  
En la próxima entrada seguiremos con los versículos siguientes,  y veremos como Jesús finalmente trato con este joven.     

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